JUEGO, SEXO, AMOR Y... PASIÓN DE DOS

sábado, 30 de noviembre de 2013

El arte de atar a otra persona, dentro de un ámbito erótico

Bondage

Dentro del plano erótico o sexual, hay muchas maneras de inmovilizar a una persona, como por ejemplo hemos visto recientemente la inmovilización con el yeso, o bien utilizar algunas esposas e incluso con nuestro propio cuerpo.

LEÍDO EN LA WEB 
(excelente artículo “Bondage, el arte de las cuerdas” su autora, Zudonna)

¿Pero conoces el verdadero arte de inmovilizar a alguien con el encordamiento?

Me estoy refiriendo al bondage, palabra de origen inglés que significa maniatar.
Como te estas imaginando, el bondage es el arte de atar a otra persona, dentro de un ámbito erótico, ya sea en su totalidad o parte del cuerpo.
El origen de esta práctica es japonés, viene de la época de los samurais, donde se utilizaba como modo de amarre para inmovilizar a las prisioneros.
Poco a poco a ido evolucionando hasta llegar a convertirse en un arte,  con una vertiente mucho más estética y erótica.

Digo que es un arte, porque no se trata de coger una cuerda y hacer un nudo, sino que tiene una técnica muy precisa y elaborada.

El bondage es una parte fundamental del BDSM y está estrechamente ligado a  la dominación.
La inmovilización es una forma perfecta de tener sometido a alguien.


Este tipo de práctica, se puede utilizar dentro de una relación sexual, como una parte más del juego, pero mezclado con el sexo.
O bien hay mucha gente que realmente lo ve como un arte y por tanto su placer reside en contemplar una buena escena de bondage, sin llegar a nada más, es la vertiente púramente estética.

Como comentaba antes, no lo puede realizar cualquier persona, se deben tener unos conocimientos para saber como atar a alguien, que tipo de nudos hacer, por donde deben pasar las cuerdas... La persona que practica el bondage debe controlar la situación en todo momento y tener muy claro que está haciendo, ya que si no se practica correctamente, podría llegar a a hacer daño al compañero.

Se suelen utilizar unas cuerdas especiales, normalmente son torsionadas o trenzadas y de cualidad suave, para no hacer daño.
Las hay de diferente medidas, según se necesite. Y se pueden encontrar en casi cualquier sex shop.

Para escoger el tipo de cuerda se debe tener en cuenta si va a ser usada en un bondage de suspensión o no.
La diferencia viene porque si se trata de un bondage suspendido, nos fijaremos más en la carga que puede soportar la cuerda, para escoger el grosor y el tipo de material. En cambio para otro tipo de bondage, nos centraremos más en el tacto de la cuerda y la textura.

Para los interesados en aprender, existen sitios donde dan clases especializadas en bondage, para aprender todo lo necesario y ponerlo en práctica.

El placer del bondage está justamente en la inmovilización. Para el que es atado, es muy excitante la sensación de estar a disposición de la otra persona, y que puede hacer con el lo que le plazca (siempre dentro de un marco consentido).

En cambio para el que practica el bondage, la excitación reside en el poder que tiene sobre la otra persona, y el pensar que la tiene a su disposición.

El bondage se puede dar de muchas maneras: inmovilización total y absoluta de todo el cuerpo, inmovilización de una parte concreta como por ejemplo los pechos, bondage suspendido consistente en mantener en el aire a la persona atada...
Además de complementarse con algunos juguetes sexuales como mordazas, plugs, mascáras...

Como siempre ocurre en este tipo de prácticas, hay que ir con cuidado, ya que se tiene que conocer bien a la persona que va a a practicar el bondage, porque no puedes quedarte a la disposición de alguien que no tienes claro que va a hacer, o no conoce bien los límites.

 

Hay una serie de normas que hay que tener claras:

Las sesiones de bondage deben ser de corta duración.
Nunca dejar sola a una persona que está atada.
Si se practica bondage con suspensión, asegurar bien a la persona para que no pueda sufrir ninguna caída o bien no hacerlo si no se tiene la práctica suficiente.
Nunca pasar una cuerda alrededor del cuello.
No se puede hacer cualquier tipo de nudo, mucho menos si son corredizos ya que puede ocasionar problemas.
Tener algún utensilio a mano que pueda cortar rápido las cuerdas por si es necesario.
No someter a nadie que no se ofrezca voluntariamente.
Al igual que en muchas prácticas de BDSM, nunca practicar bondage bajo los efectos del alcohol o drogas.


Como ves el bondage es todo un mundo y puede llegar realmente a ser muy excitante, tanto para los que les gusta mirar , como para los  que les gusta practicarlo.