JUEGO, SEXO, AMOR Y... PASIÓN DE DOS

miércoles, 27 de noviembre de 2013

El bondage, un juego de la pasión

Algunas parejas disfrutan de las ataduras dentro de sus sesiones eróticas, pero éstas deben hacerse de manera responsable y segura

Ojos que no ven, piel que se pone más sensible. 
Te vendaron los ojos y tienes las manos sujetas a la cama por unas esposas. Tus pies están atados por unas vendas de seda suave que te impiden moverte. 
Tu pareja hace de las suyas en tu cuerpo, lo recorre con besos, caricias; lame y muerde tus zonas erógenas y susurra frases atrevidas.
 
Las ataduras o bondage (en inglés) son parte de los juegos sexuales clasificados dentro de las antes llamadas perversiones y que hoy son consideradas prácticas del BDSM, (Bondage, Disciplina, y Sadomasoquismo). 
Este implica dominar a alguien durante un intercambio erótico al limitar su movimiento y control. Para llevarlo a cabo es necesario tanto la creatividad como la teatralidad.

Como es una práctica que tiene repercusiones a nivel psicológico y emocional, es fundamental que se haga cuando la pareja tiene un nivel de intimidad y maduración elevado, además de un claro conocimiento de los gustos y límites de ambos.